Expresiones de las ciencias esotéricas; Maestros de la pintura y otras ciencias-artes develadas con expresiones por lromh
El nacimiento de Venus - Boticelli
Es un tema tomado directamente de la obra “La
metamorfosis” de Ovidio. Este cuadro ha sido interpretado como uno de los de
mayor sentido neoplatónico; simbólicamente expresaría el nacimiento de la
"Venus Humanitas", es decir, de la unidad y la armonía.
Leyenda y mitología de la obra

S
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Simbolismo Esotérico


En la pureza de estos dos seres alados y en la calma del mar, con su soplo masculino en unión al aliento del ángel femenino, la pareja se desarrolla liberando del mar y de su concha a la diosa del amor (Venus) hasta hacerla flotar .

Texto : Luis Rodrigo Mejía
Ilustración : Boticelli
El Tríptico de Johfra
J
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ohfra Bosschanrt, artista holandés nacido el 15
de diciembre de 1919 - 1998, habitó en los países bajos y luego se estableció
en Fleurac (Dordoña - Francia).
Análisis Esotérico de la obra
L
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a obra se compone de tres imágenes: A la izquierda un nocturno regido por la madre celeste cargando al hijo que yace en sus piernas, bajo la penumbra del árido paisaje. A la derecha se puede observar una fértil y diurna imagen regida por el Real Ser. Esta dualidad sugiere el nuevo amanecer: la transición noche-día del lado nocturno donde la madre concibe y acompaña en la oscuridad, pasando por la transformación (imagen central) hasta llegar a la derecha al amanecer de la luz del Real ser.

Centro Del Tríptico:
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S
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Dentro del árbol está emanando fuego dando la sensación de rasgar un telón que aparta la oscuridad. Nos hace recordar el árbol de la sabiduría, del bien y del mal ; El jardín del edén bíblico.
Abajo en sus raíces encontramos el dragón; una alegoría de las fuerzas inconscientes, caóticas de las sombras del universo.
El paisaje detrás del árbol es un
hermoso amanecer que ilumina un bello y sereno río inundando el valle de aguas azuladas; un símbolo de creación y vida. En la imagen contemplamos también los cuatro elementos: tierra, agua,
fuego y aire.

Arriba de sus raíces y en el interior de su tronco se observa de nuevo a la madre en su aspecto de la Pachamama o madre tierra. En sus manos prepara el cáliz alquímico de la transmutación. La serpiente
es un símbolo de las fuerzas más inconscientes de nuestro universo interno. Esas fuerzas ascienden para ser transformadas; Recuerda por ejemplo la serpiente kundalini del hinduismo o la serpiente tentadora del edén. El arquero que apunta su flecha hacía arriba (al universo), es una demostración de la intención hacía los más altos ideales humanos.
Encima del arquero y la serpiente, se alza una tea
que enciende el árbol y sobre ella, en el centro del fuego: una rueda: Es el constante girar de la vida: la transmigración de las almas es decir las constantes recurrencias del karma, la
rueda da vueltas en ella misma, todo vuelve a retornar, todo va rotando. El fuego que la enciende representa nuestro mundo emocional (las pasiones humanas).

Dentro de la rueda tenemos el símbolo yin y yang, concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo según
el taoísmo. Dentro de las llamas se observa una gran transformación y Horus, el dios alcón de los egipcios, deidad solar vuela sobre el escenario.

A estas alturas las llamas tienden a transmutar a un escenario más tranquilo y una inmensa corona de oro tiende al absoluto; recuerda las victorias en busca de los cuerpos interiores psicológicos: El dominio de sí mismo, el reinado sobre nuestro cuerpo y nuestra psicología, lo que nos da el verdadero sentido del ser. Sé es un rey de su propio mundo interior.
En la punta se encuentra un círculo blanco. Todo tiende hacía él: al absoluto creador.
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Observando de nuevo el árbol más cuidadosamente aparece un hombre abierto
de pies y manos De lejos podemos ver que realmente en su cabeza tiene la corona, lo
que significa que es un símbolo del hombre y de su transformación interna unida al punto infinitesimal. A su estrella; al propio cosmos.
El símbolo de la estrella de cinco puntas que
envuelve al hombre (conocido como el pentagrama) en sentido positivo (es decir con la punta
hacía arriba) es la ley divina significa el hombre que anda siempre de acuerdo
a los altos principios.
El mayor de los principio o la gran ley de la que se
derivan las otra leyes divinales es la ley del amor.

Del otro lado: a la izquierda encontramos el polo contrario la evolución sin
revolución: no se llega ningún lado. Sus cuerpos mitad hombre, mitad animal, o deformes observan en ellas las pasiones y defectos humanos
Arriba las nubes que ensombrecen son apartadas
y conmovidas ante la presencia de la
luz. En una imagen más grande podemos observar mejor los detalles.
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